Un momento de parón turfístico nacional y prácticamente mundial puede ser un buen momento para pensar también de cara al futuro del turf español. Uno de los puntos, entre los tantos, que habría que revisar sería el poner en marcha una nueva escuela de aprendices o escuela de oficios. España a diferencia de la mayoría de otros países con carreras de caballos no cuenta con una cantera de profesionales realmente estructurada.
Cierto es que en el pasado en España ya hubo escuelas de este tipo como por ejemplo la Escuela de Aprendices de Jesús Méndez (hijo) en los noventa y, sobre todo, la de Emilio Ceca en Madrid durante los años 80 entre otros. Este último en 10 años dirigió un lugar de donde salieron en su última hornada fustas del nivel de Óscar Ortiz de Urbina o José Luis Martínez por citar a algunos. Incluso por aquel entonces en España durante muchos años existía todos los años en octubre en el Hipódromo de La Zarzuela un gran premio reservado exclusivamente para los aprendices llamado Gran Premio Portugalete.
Entretanto, la última y más reciente aventura de escuela en España vino coincidiendo con la reapertura del Hipódromo de La Zarzuela. Aquellos años el director del recinto era ni más ni menos que Claudio Carudel que contaba a su vez con la inestimable ayuda de Florentino González. En cambio, la andadura de este nuevo centro no fue para nada fructífera en comparación con experiencias del pasado. Por tanto, desde entonces existe dicho déficit en el turf español.
A falta de un sitio como tal en España en la actualidad vayamos a ver el modelo aplicado en otros países vecinos que cuentan con escuelas de primer nivel mundial. Centrémonos esta vez en Francia y el Reino Unido. Para empezar, en el país galo la escuela de aprendices se denomina AFASEC. Éste es una escuela privada bajo contrato con el Ministerio de Agricultura francesa que forma a jóvenes para ser principalmente jinetes de carreras de galope, obstáculo o trote, además de profesionales de otras labores relacionadas con el turf como mozos de cuadra, entrenadores, primer mozo…
Asimismo, la AFASEC ofrece principalmente dos modalidades de enseñanza a gente de sobre todo los rangos entre 14 y 18 años y 18 y 29 años. Por un lado, existe la escuela permanente, que suele durar varios meses incluso años según modalidad y, por otro lado, hay cursos concretos de varias horas o varios días para centrarse en algunos aspectos concretos del turf. Este centro de formación tiene instalaciones divididas en cinco lugares repartido por toda Francia: Mont-de-Marsan (galope-trote), Graignes (trote), Cabriès (galope-trote), Gouvieux (galope) y Boissy-Saint-Léger (trote). Sitios equipados de los mejores medios entrelazando clases teóricas, prácticas (tanto en caballo como en simulador) y estancia en residencias. En definitiva, se consigue intercalar el trabajo en la escuela y en las cuadras con los profesionales, formándose así en Francia la mayoría de los futuros profesionales.
En cuanto a la duración de los cursos, como se ha dicho con anterioridad, varía según el curso sea para ser jinete u otras profesiones semejantes, formando a todos los estudiantes ofreciendo contenido sobre los propios caballos, sobre la salud, sobre la seguridad, sobre todos los entresijos del deporte, dando consejos y enseñando un nivel de inglés profesional. Asimismo, durante el año suele haber una especie de campeonato para estos futuros jinetes, pese a que aún no cuentan con la licencia correspondiente cuentan en su labor de aprendizaje con carreras con caballos de carreras, sin ser estas carreras oficiales, que sirven de entrenamiento y de aprendizaje a la vez.
En definitiva, el objetivo principal de la AFASEC es sacar el mayor número de profesionales con la correspondiente licencia posterior. Esta escuela entre sus ilustres estudiantes ha tenido a Christophe Soumillon, Pierre-Charles Boudot, Stéphane Pasquier, Mickaëlle Michel, Coralie Pacaut, Jean-Michel Bazire o Franck Nivard entre otros jinetes y conductores. A su vez, el oiartzuarra Ioritz Mendizabal igualmente se formó en la escuela de Mont-de-Marsan como jockey ganando posteriormente cuatro estadísticas de jockey en Francia (2004, 2008, 2009 y 2010).
Mientras que en el Reino Unido tenemos la British Racing School que está situada en Newmarket con unas instalaciones espectaculares. Una escuela de donde han salido jinetes, por citar alguno de los más recientes, Oisin Murphy, Tom Marquand, Luke Morris o Paul Hanagan. Este centro situado en Newmarket fue creado en 1983 y sigue hasta la actualidad en pie formando a profesionales del turf, sobre todo británicos e irlandeses. Anteriormente hubo instalaciones semejantes en Great Bookham, Stoneleigh o Goodwood.
Una escuela que además de las clases propiamente dichas ofrece la posibilidad de participar en el Pony Racing, una academia dedicada a niños de entre 11 y 16 años para hacer campeonatos entre otras cosas, fomentando el turf. En este caso, la financiación depende mayoritariamente de las donaciones de la gente, de las cuotas de las clases y la BRS Training Limited, costando mantener todo este imperio alrededor de 3 millones de libras anualmente.
Dentro de las actividades ofrecidas, existe un amplio abanico de cursos con sus correspondientes diplomas que acreditan tener dichos estudios y conocimientos. Por lo que además de poder aprender en general como montar en un caballo de carreras, como cuidarlo o como hay que actuar en la labor diaria, esta escuela te permite aprender sobre cosas más específicas. A su vez, la duración del aprendizaje cambia según la materia o la enseñanza en cuestión ofertada, abriendo la posibilidad de que una persona pueda aprender sobre las carreras de manera lúdica y/o profesional, optando bien por un carrera profesional o por unos cursos concretos.
Como la AFASEC, el British Racing School está dedicado principalmente para gente joven, menor de 30 años. No obstante, el British Racing School también ofrece talleres y cursos para personas adultas para poder aprender nuevas habilidades y nuevos conocimientos sobre el turf. Además, en muchas ocasiones no es necesaria un conocimiento previo, lo cual abre la posibilidad a la gente ajena al turf.
Un centro, por ende, situado en una de las grandes cunas del turf británico y turf mundial, que cuenta con el reconocimiento de varios premios a nivel nacional, por lo que la calidad está garantizada. Además, son muy activos en Redes Sociales dando promoción de sus alumnos y de toda la actividad que realizan durante todo el año formando futuros profesionales de primer nivel.
Por tanto, ¿qué propongo, humildemente, para el turf español después de hacer un repaso de la situación de dos industrias muy potentes del mundo de las carreras? Mis directrices son las siguientes. Para empezar, la creación de un centro de formación situado en Madrid. Esta localización se debe principalmente a que en el Hipódromo de La Zarzuela es el lugar que con más efectivos y profesionales cuenta el turf español, así como por su ubicación geográfica para llegar a todos puntos del país sería la mejor opción. Un centro que pueda servir para que la gente pueda aprender sobre el turf teórica y prácticamente por parte de los profesionales, ya viene siendo montando en carreras, haciendo labores diarias de mozo de cuadra, cuidado de los animales, cuestiones básicas de veterinaria o enseñanza del inglés y del francés básico para facilitar las labores comunicativas.
Este planteamiento debería ser el fin último de la escuela, aunque llegar a ese punto de golpe podría resultar ciertamente difícil o casi imposible visto el panorama del turf español, ya que debería haber un número mínimo de alumnos. Para garantizar dichos cupos una de las mejores alternativas sería que al principio, primeros meses-años, hubiera cursos como extraescolar o campus en periodo de vacaciones para niños y niñas de a partir de una edad aproximada a los 10-12 años para que a la gente le entre el gusanillo sobre esta disciplina hípica. En consonancia, ofrecer a la gente la opción de montar y conocer un caballo de carreras de manera lúdica y de cerca.
Así con el tiempo se podría conseguir tener un número de personas enganchada seria posteriormente más sencillo contar con un número de personas dispuestas a dedicarse profesionalmente al turf y que se apunten a una escuela permanente especializada que pueda garantizar un nivel de enseñanza suficiente. Una escuela que no tendría por qué ser reservada en exclusiva para gente que quiera ser jockey, sino que también puede estar dedicada para otras profesiones-oficios relacionadas con el turf.
En definitiva, la escuela debería tener dos vertientes: una escuela permanente en forma de grado y una serie de cursos o campus puntuales, así como la realización de actividades concretas dedicadas a profesionales o estudiantes para aumentar las capacidades de cualquier persona sobre el turf. Asimismo, vista la normativa educativa actual, no cabe otra opción que la escuela permanente debería adecuarse a las leyes actuales, por lo que dicha escuela debería ponerse en marcha a partir de los 16 años, es decir, una vez finalizada la enseñanza obligatoria en los institutos. Incluso dicha enseñanza se podría adecuar a un Ciclo Formativo de Grado Medio de Formación Profesional, lo cual permitiría al alumno dar además de un enseñanza sobre turf, unos estudios básicos que puedan permitir un buen futuro al estudiante.
Todas estas son simples propuestas de un servidor. Sin embargo, creo que al menos todas estas cuestiones planteadas se deberían tomar en consideración por parte del órgano, institución o personas que puedan garantizar la realización de este proyecto. Y es que una escuela de aprendices o escuela de oficios debe ser otra de las patas para reforzar la cantera del turf español de cara a un futuro no tan lejano y acercar el mundo del turf también a gente que no le sea tan cercana este mundo.
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