La Comunidad de Madrid hasta el actual Hipódromo de La Zarzuela ha tenido unos cuantos circuitos hípicos madrileños más que se repasarán las siguientes líneas. Vamos a comenzar primero haciendo un repaso del Hipódromo de Aranjuez o el Hipódromo de Legamarejo.
La ubicación de este hipódromo no fue casual, ya que entre otras cosas en Aranjuez estaba situada la Yeguada Real desde el reinado de Carlos III creada en el siglo XVIII. A pocos metros de la confluencia entre los ríos Tajo y Jarama se situaba este hipódromo que vivió dos épocas históricamente. La primera etapa fue desde 1851 hasta ser eclipsada por el Hipódromo de la Castellana ubicada en Madrid capital. Después, con el rey Alfonso XIII como protagonista como ya lo hizo con otras pistas consiguió reactivar el Hipódromo de Legamarejo el año 1917 con una pista más grande que estuvo en activo hasta el año 1934.
Un hipódromo que tenía como pruebas principales entre otros a la Copa de Italia, Copa de la Reina o el Derby de Aranjuez. Incluso tuvo la oportunidad de albergar una de las ediciones del Gran Premio de Madrid el año 1933, debido al cierre del Hipódromo de la Castellana y la construcción del futuro Hipódromo de La Zarzuela. Aquella carrera fue ganada por el tres años WHO’S HE con la monta de D. Fernández y los colores de R.C. de Las Cortinas.
Sin embargo y lamentablemente, el hipódromo ribereño siempre tuvo que estar en la sombra de otros escenarios como el Hipódromo de la Castellana o el Hipódromo de San Sebastián, aunque en este escenario corrieron grandes caballos de aquellos años como NOUVEL AN, ATLÁNTIDA, COLINDRES o RUBAN, que éste último por ejemplo ganó el Derby de Aranjuez y la Copa de Italia en dicho trazado. A este factor negativo se le sumó el hecho de que llegase la II. República, lo cual hizo abandonar el país y evidentemente el recinto hípico al gran valedor del lugar, el rey Alfonso XIII, a partir del año 1931. Además, la posterior Guerra Civil a partir de 1936 dejó el panorama aún más crudo.
En consonancia, desde 1934 no se han vuelto a disputar carreras en una pista que hoy día todavía se pueden ver parte de sus restos en la Calle Lemus y en la Puerta del Legamarejo. Cierto es que a finales de los noventa e inicios del Siglo XXI, al mismo tiempo que La Zarzuela cerraba sus puertas, hubo rumores de que podía reabrirse el recinto hípico con incluso una escuela de aprendices, pero finalmente todo fueron simples palabras.
Foto portada: Hipódromo de Aranjuez | Foto: El Maldito Impertinente
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