Pocos caballos han corrido a un nivel tan alto con dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y hasta ocho años como lo hizo King of Cry. El representante de la prestigiosa Yeguada Urdiñ-Oriyá estuvo bajo la preparación de Román Martín con el cual llevó a cabo un historial deportivo muy envidiable.
El debut del hijo de Freedom Cry fue un 28 de julio del 2003
en la pista de La Teste de Buch en la que solo pudo acabar último en una
carrera ganada por Hotesse de la preparación de Ramón Avial. Semanas después
volvió a la competición consiguiendo un segundo puesto en la misma pista, pero
sobre la milla y en este caso también ganó la carrera un ejemplar de Avial
llamado Eliot. La victoria parecía estar más cerca y precisamente llegó en el
Tres Coronas en Dax batiendo entre otros a dos verdugos del pasado como Eliot y
Hotesse. El caballo estaba lleno de moral, yendo a más salida tras salida lo
que le sirvió para disputar el Grand Prix de Bordeaux. Una carrera de categoría
Listed exigía tener un buen valor para ganar la prueba, pero eso no fue
impedimento para que con la monta de Charles Nora se llevase el gato al agua
por un cuello de ventaja.
La gran campaña a dos años propició tener las ilusiones muy
altas en su entorno con la posibilidad de disputar las mejores carreras para
los tres años en tierras galas. La victoria a dos años de un Listed hizo que el
caballo no pudiese disputar carreras de menos categoría hasta el mes de julio
lo que conllevo correr en carreras muy concretas. Su inicio de año no comenzó
del todo bien porque el mes de marzo tuvo una infección que lo obligo a estar
parado y le imposibilitó correr lo suficiente en primavera. Consiguió
reaparecer el mes de mayo en un Listed en Toulouse sobre la milla en el que
pudo ser quinto, que para ser la primera salida del año no estuvo nada mal.
Diez días después probó suerte en la capital francesa en el Prix Hocquart
(Grupo II) sobre la distancia de 2.400 metros en la que no pudo hacer nada
acabando en penúltima posición. La siguiente salida todavía era un reto más
complejo, ya que era ni más ni menos que el Jockey Club (Grupo I) en Chantilly.
Muchos aficionados pensaban que era una locura disputar el Derby francés, pero
como se dice no siempre tienes un caballo para disputar carreras de tal nivel.
El pupilo de Román Martín dio la cara durante gran parte del recorrido hasta
que en los metros finales fuese sobrepasado y acabando así en penúltima
posición. Se pudo observar que la distancia se le hacía demasiado larga lo que
propició la bajada de distancia en sus siguientes salidas.
Ya en su primera salida del año fuera de categoría grupo o Listed
obtuvo un segundo lugar en Dax sobre 2.000 metros. Semanas después en La Teste
de Buch por fin logra su primera victoria del año sobre 1.900 metros. Ese gran
momento de forma consigue refrendarlo en su siguiente actuación con una
victoria fácil por cuatro cuerpos en el Grand Prix de la Ville de Dax sobre
2.300 metros. No había duda de que el caballo volvía a recuperar la brillantez
del pasado y por eso volvió a disputar un Listed, en este caso el Grand Prix
Inter-Regional des 3 ans en Bordeaux sobre 2.200 metros. En dicha carrera acabó
en tercera posición dando síntomas de que si hubiese atacado antes podría haber
ganado. Tras esta gran actuación se enfrenta en dos ocasiones por primera vez
ante los viejos en un Grupo III y Listed, sin poder lograr entrar en el dinero.
Cerró la intensa campaña clásica en Bordeaux enfrentándose de nuevo ante los
viejos, pero en este caso con una victoria en una carrera de categoría D. Una
vez finalizado el año el preparador Román Martín se da cuenta de que el caballo
ha corrido fuera de distancia durante gran parte de la temporada sentenciando
que era un ejemplar más millero que fondista.
Comienza con cuatro años con un valor 45 francés. Su primera
salida a pista de la temporada es en Toulouse en una prueba que debido a los
problemas de tráfico durante el recorrido solo pudo acabar en tercera posición
tras un remate desde atrás. Después volvió a correr una carrera de Grupo III
como es el Prix Exbury en el cual nada pudo hacer sobre 2.000 metros
finalizando en octava posición. Lo intentó de nuevo en este caso en una carrera
de Listed en Toulouse, pero llegó al poste final descolgado en el último
puesto.
A sus cuatro años a pesar de entrenar a diario en la pista
donostiarra no había debutado oficialmente en carreras en su casa debido a un
problema de sus propietarios con los comisarios donostiarras por el
distanciamiento de Le Bila en el Gobierno Vasco del año 2001. Pero todo cambió
en la segunda jornada de la temporada de primavera con la disputa de King of
Cry en el Premio Hotel María Cristina, carrera que ganó con facilidad en una
pista embarrada. La bajada de distancia sin duda le benefició demostrando gusto
por la hierba donostiarra y el metraje. Un mes después de su debut donostiarra
volvió a correr en Bordeaux en el Listed Grand Prix de Bordeaux donde sumó un
meritorio cuarto puesto.
Con el objetivo del Gobierno Vasco entre ceja y ceja preparó
dicha prueba obteniendo dos segundos puestos en el hipódromo francés de La
Teste de Buch. Ya en el gran día con la monta de Charles Nora partía como
favorito en un lote de trece participantes. King of Cry empezó mal la carrera,
ya que estuvo a punto de caerse nada más salir de cajones, lo que provocó que
el caballo llegase al final desgastado. A pesar del desgaste sacó la calidad
que atesoraba dentro rematando desde atrás pudiendo conseguir un tercer puesto
que si no fuese por la mala salida pudiese haber conseguido un resultado mejor.
Vuelve semanas después a competición en el Grand Prix de Mont-Marsan donde
vuelve a ser tercera del gran Young Tiger.
Tras su gran actuación francesa vuelve a España en este caso
a Madrid donde participa en el Reapertura otro de sus objetivos del año. Con
José Luis Martínez en la monta en esta carrera se repite la gemela del Grand
Prix de Mont-Marsan (Young Tiger - Toledo), y el ejemplar de Román Martín solo
pudo acabar quinto. Lo vuelve a intentar en su siguiente salida madrileña sobre
la milla, pero en aquel día fue fácilmente superado por cuatro cuerpos por
Carabiola. Finalizó el año en la misma prueba que ganó 365 días antes en
Bourdeaux, pero en esta ocasión solo pudo acabar en quinta posición.
A diferencia de otros años la temporada a cinco años lo
comenzó antes y por ello comenzó el año con dos victorias en Mont-de-Marsan y
Toulouse en 2.200 y 2.000 metros respectivamente. El gran inicio de año le
animó a volver intentarlo en una carrera de categoría Listed como es el Prix le
Vase D'Argent en el cual debido a la mala suerte no pudo encontrar el hueco
suficiente para atacar y se tuvo que conformar con un sexto puesto a un solo
cuerpo del vencedor. Las siguientes salidas las traduce en un segundo (Grand
Prix de Royan), un quinto en Bordeaux y un séptimo puesto en el Gran Premio de
Madrid. Mientras tanto, llegó el verano mijeño y con ello se pegó horas y horas
de carretera para correr los dos grandes premios de la temporada arenera. Daba
igual que entre las dos carreras hubiese una semana de diferencia y tantas
diferencias en cuanto a metrajes (1.750 y 2.200 metros) que se llevó las dos
carreras. Se coronó sin duda como el rey mijeño con ese doblete. Toda esa
preparación sirvió como no para afrontar el gran objetivo del año como era el
Gobierno Vasco. En esta ocasión la gran Trip to the Moon venció de manera
incontestable relegando a un quinto puesto a King of Cry que no demostró ningún
peligro. Por tanto, a la segunda tampoco llegó su ansiada Gobierno Vasco,
siendo esta carrera su última salida del año.
Seis meses de inactividad se finalizaron con una reaparición
en Mont-de-Marsan en una carrera sobre 2.200 metros en la que con la monta de
Charles Nora consigue un segundo puesto llegando a medio cuerpo del vencedor.
Esa carrera le sirvió como preparatoria de la Mijas Cup volviendo a una pista
que estaba invicto. Los 2.200 metros se le hicieron un poco largos lo que
provocó que solo pudiese ser cuarto en el poste final. Los meses venideros en
la primavera-verano obtiene varias colocaciones en la fibra madrileña y también
en tierras galas entre ellos un segundo puesto en el Grand Prix de La Teste de
Buch. Todo ello hasta que para cerrar el verano se lleva para casa el Grand
Prix de Biarritz en Dax sobre 2.100 metros. En otoño siguen llegando dos
colocaciones más en el sudeste francés, mientras que consigue un gran segundo
puesto en Gran Premio Hispanidad en Madrid llegando a un cuello de Solita.
A siete años cuando la mayoría de los ejemplares van a menos
el caso de King of Cry no fue así. Nada más comenzar el año obtiene un segundo
puesto en la fibra de Pau para que semanas después se llevase el Gran Premio de
Andalucía en Dos Hermanas sobre 1.600 metros. A los once días vuelve a tierras
andaluzas en este caso a Mijas para disputar por segundo año consecutivo la
Mijas Cup. En este caso cuando en la recta final parecía venir bien situado
para ganar al poco tiempo dejó de luchar y acabó en un muy discreto
decimoquinto puesto.
Pasados unas semanas vuelve a Madrid para ganar por primera
vez en esa pista con la monta de Christophe Soumillon. Repite pareja de baile
con la monta de nuevo del belga en el Gran Premio Claudio Carudel, pero en esta
ocasión regaló bastantes metros lo que influyó en su cuarta posición final. La
buena forma lo mantuvo durante más carreras ejemplo de ello fue su victoria en
el Grand Prix de La Teste de Buch que en la segunda vez que corría la carrera
se lo llevó. Ese año quería intentar por tercera vez el ansiado Gobierno Vasco
y para ello probó antes en la preparatoria del gran premio de velocidad del
verano donostiarra. Esa carrera fue el Premio Bingo
Londres en la que ganó mostrando buenas maneras para la gran cita de
agosto. Las sensaciones eran muy positivas antes del Gobierno
Vasco, pero todo se fue al traste desde la salida debido a que el cajón
número 11 de King of Cry no se abrió al mismo tiempo que al del resto (segundos
más tarde), lo que provocó perder más de 20 cuerpos en la salida. Esa
circunstancia influyó sin lugar a duda en el resultado final que fue llegar en
penúltima posición en una carrera que sin duda debía haberse repetido por dicho
error. Dos meses después fue de nuevo a Madrid en busca de una victoria en una
carrera difícil como el Hispanidad en el cual consiguió un cuarto puesto.
Finalizó su temporada a siete años con un sexto puesto en Toulouse en la que
nada pudo hacer sobre 2.000 metros.
Cuando muchos caballos a ocho años estarían en el prado
descansando el eterno potrillo seguía compitiendo en los hipódromos. El mes de
febrero en Toulouse en una de las primeras carreras de la temporada en hierba
volvía a la competición. ¿Y cómo volvía? Pues ganando a pesar de ser el top de
la escala sobre 1.400 metros dejando sin oposición a sus rivales. Días después
tuvo un problema físico porque le salió un sobrehueso lo que le imposibilitó
correr alguna carrera. Por todo esto retornó a las pistas en la preparatoria
del Carudel en Madrid. En esa carrera su carrera fue inexacta porque parecía
que en la entrada en la recta final iba a estar en la pelea por la victoria,
pero tuvo algún problema que le hizo llegar en último lugar a meta dando la
sensación de tener algún síntoma de percance.
Aunque los caballos caen una vez, los grandes siempre
vuelven y así fue en el caso de King of Cry. El Gran Premio
Claudio Carudel del año 2009 tenía como favorito a Lorgan, pero las
carreras hay que correrlas. El favorito ganó sí, pero el representante de la
Yeguada Urdiñ-Oriyá plantó la cara llegando a presentar un gran peligro en los
metros finales al favorito, pero se tuvo que conformar con el segundo puesto.
Siguió abonado al segundo puesto en su siguiente salida en La Teste de Buch en
otra de sus carreras fetiche como era el Grand Prix de La Teste de Buch en la
que anteriormente tuvo una victoria y un segundo puesto en la prueba. Por
último, como no, volvía a casa al hipódromo donostiarra a correr el Gobierno
Vasco por cuarta vez en su carrera deportiva. En esta ocasión según su
preparador por un capricho del propietario no fue montado por Charles Nora lo
que provocó al parecer del toledano Román Martín que no corriese del todo bien
porque se trata de un caballo especial. Cabe recordar que con Nora ganó en once
ocasiones. En la carrera con la monta de otro gran jockey como Oscar Ortiz de
Urbina no pudo pasar de un quinto puesto dando muestras de faltarle algo de
pegada en los metros decisivos.
Esa carrera tan ansiada como era el Gobierno Vasco fue
precisamente la última salida a pista del gran King of Cry que dejó un
historial de 16 victorias, 14 segundos puestos, 5 terceros puestos y 6 cuartos
puestos en 61 salidas a la pista.
Su preparador Román Martín lo definió en su día como un
caballo que rozaba la perfección, físicamente muy fuerte, muy bien hecho y con
buena salud. Sin duda un caballo que todo preparador querría, ya que generaba
siempre ilusión y hacia soñar tanto a sus dueños como a los aficionados.
Foto portada: King of Cry | Fotomontaje: Ander Suescun
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